La piel es,  junto a los pulmones y los intestinos, la parte de nuestro cuerpo con mayor superficie. Como interfaz entre el medio ambiente y el interior del cuerpo está constantemente expuesta a los ataques de la radiación (luz), estímulos mecánicos y agentes patógenos. La piel además constituye una barrera inmunológica corporal contra la intrusión de factores externos.

Desafortunadamente, hay una serie de enfermedades genéticamente predispuestas que afectan a la piel y en las que el cuerpo reacciona con la inflamación crónica. Las dos más importantes y más comunes son el  eczema (también conocido como dermatitis atópica o «costra láctea») y la psoriasis.

El tratamiento médico-convencional de estas enfermedades consiste en la aplicación de inmunomoduladores modernos e inmunosupresores como la cortisona sobre el área afectada.

En medicina holística usamos la terapia médica convencional sólo si el paciente lo desea. Preferimos tratar las enfermedades inflamatorias autoinmunes de la piel  con  los siguientes procedimientos:

  • Simbiosis Homeopatía (remedios agente único y combinación)
  • Terapias de la medicina tradicional china (acupuntura, nutrición TCM, la medicina herbal)
  • La inmunoterapia autóloga (AHIT por Kief)
  • Isopatía
  • Terapia nutricional
  • Talasoterapia (opción terapéutica propia en Creta)