El consumo de carne de cría industrial no es el más beneficioso para nuestra salud.

Esto es debido a que:

– A muchos de los animales  criados de esta manera se les proporciona hormonas artificiales para mejorar su crecimiento y ahorrar en la compra de pienso.

– A muchos de los animales criados de esta manera se les alimenta en ocasiones con  partes enfermas de otros animales enfermos y muertos.

– A muchos de los animales  criados de esta manera se les inyectan antibióticos, drogas y esteroides para hacer frente a las enfermedades que su modo de vida de cría industrial acarrea y que posteriormente pasan a formar parte de nuestro organismo cuando los ingerimos.

– Después de que los animales son sacrificados y se cortan en trozos de carne, se añaden productos químicos para ayudarles a que se mantengan por más tiempo, así como para ayudar a preservar un aspecto fresco y de color de rosa.

Enfermedades como la gripe aviar y la enfermedad de las vacas locas fueron causadas por las prácticas modernas de la cría. Las carnes procesadas, como tocino, jamón, salchichas, etc, son las peores, porque tienen incluso más sustancias químicas que actúan como conservantes; muchos de estos productos químicos son cancerígenos.

La cría orgánica de animales

 

La producción ecológica de carne es más saludable y más nutritiva debido al  hecho de que se trata de animales sanos.

La carne orgánica proviene de animales que se crían en condiciones de vida adecuadas. Se les da alimentos sanos y limpios, se les permite moverse y moverse, tener un buen suministro de aire fresco y el sol, y no se les da ninguna hormona artificial, antibióticos, drogas o esteroides y tienen menor contenido de grasa y son más nutritivos en general.